Desde el pasado 20 de noviembre los citizens no pierden un partido cuando, por Premier League, fueron superados por el Tottenham de Mourinho 2-0.
¿Qué cambió Guardiola en su equipo después de ese partido? Pues en Londres, en su visita al Tottenham Hotspur Stadium, el Manchester City cometió algunos errores defensivos que le costaron la derrota, sobretodo en el primer gol anotado por el coreano Son, quien aprovechó un balón largo de Ndombélé, lanzado desde la media cancha.
Se toma este partido como ejemplo para ver cómo, luego del mismo, el Manchester City hasta el día de hoy ha ganado 18 partidos de manera consecutiva. Y para eso nos remontamos a uno de los últimos encuentros ganados: la vuelta contra el Tottenham, donde terminaron goleando a los de Mourinho 3-0.
El juego posicional del City se está basando en darle salida a los laterales, bien sea como internos o pegándose a la raya, todo para generar más movimientos en los extremos, quienes pueden finalizar entrando en el área.
Es un equipo que tiene muchas variantes. Así como los laterales se abren para generar movimientos y superioridad en campo rival, también pueden ingresar como internos para apoyar a Rodri en el medio campo, permitiendo también que los otros mediocampistas (Bernardo Silva, Kevin De Bruyne y Gundogan), puedan estar más libres en la cancha y dar el último pase en el área rival, o terminar definiendo cada jugada, lo cual ha hecho que jugadores como Ilkay Gundogan, con una ausencia mediana de De Bruyne, sea el goleador del equipo en lo que va de año.
Importancia de Gundogan en este sistema para pisar el área, al igual que Bernardo Silva (mientras De Bruyne siga ausente. Fácilmente estos jugadores pueden rotar en cada partido).
Así como tienen un funcionamiento adecuado que provoca espacios y jugadas de peligro, Guardiola también ha encontrado la manera de fortalecer su defensa, la cual solo tiene 15 goles encajados por Premier League, convirtiéndola así en la mejor de la máxima competición del fútbol inglés. Y la clave para tener estos números, sigue siendo la presión y el posicionamiento de los jugadores en cancha. Para eso, nos remontamos a la victoria obtenida frente al Liverpool 1-4 en Anfield.
Citizens fueron superados en la posesión de la pelota, y supieron cómo defenderse de un equipo dirigido por Klopp que venía golpeado por las lesiones. Bien sea en campo rival o aguantando cerca de su arco, el City sabe cómo mantenerse resguardado bajo los tres palos mediante la presión constante y tapando las líneas de pases.
Siempre buscan que el rival retroceda en cada jugada de ataque o que abra la cancha para así replegarse de mejor manera. Buscan defender siempre detrás del balón, haciendo que ninguna jugada los agarre desprevenidos.
Un error del portero del Liverpool Alisson Becker derivó en el segundo gol de este partido, pero poco se menciona la labor de presión en la salida de los dirigidos por Guardiola.
El secreto del Manchester City es el orden táctico y conocer el partido. Siempre saben cuándo atacar el área, encontrar el espacio y correr a él; cuándo buscar y morder al rival para provocar el error y recuperar el balón. Es un equipo muy bien trabajado en cuanto a táctica se refiere, y tiene los jugadores con la calidad necesaria para realizar cualquier labor que se les exija.
La solidez defensiva con o sin el balón los lleva a ser uno de los equipos más temidos de Europa, pues Guardiola y el Manchester City ya tenían el poderío ofensivo y siempre buscan la manera de sorprender al rival, por lo que los equipos tienen la difícil tarea de adivinar o predecir el posicionamiento en el campo de cada jugador.