El FC Barcelona, con un equipo de suplentes, sufrió su primera derrota como campeón de La Liga de España frente al Celta
El Celta de Vigo ha logrado una victoria que puede ser de oro, tras imponerse por 2-0 a un Barcelona lleno de suplentes y canteranos. Ernesto Valverde no sacó a ninguno de los titulares, pensando en la vuelta de semifinales de la Champions. Uno los pocos fijos en el primer equipo, Ousmane Dembélé, se lesionó a los cinco minutos.
Los Aleñá, Riqui Puig y compañía apenas pudieron sostener a un Celta que sabía que se jugaba mucho. Los de Escribá maniataron las ganas de los jóvenes y menos habituales culés, y una vez superados aprovecharon para ponerles contra las cuerdas.
Después de que el VAR anulara un gol de Araujo por un fuera de juego muy ajustado, Maxi Gómez superó con solvencia a Cillessen, que ya había fallado antes, para marcar el 1-0.
A falta de 3 minutos para el final, cuando ya parecía que se iban a conformar con este resultado, el árbitro Sánchez Martínez fue avisado de que Wague había cometido mano flagrante en el área. Tras consultarlo en la pantalla, pitó penalti, que Iago Aspas transformó en el 2-0. Los 40 puntos que tiene el Celta ahora suponen un gran respiro para los gallegos, que consumarán la permanencia en Primera si el Valladolid no gana este domingo.
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