La Universidad de Chile hizo la contratación de Marcelo Cañete, el argentino de 30 años proveniente del Cobresal. ¿Es el 10 que necesitaba el equipo chileno?
Con 30 años, el mediocampista ofensivo tuvo una de las actuaciones más relucientes en la primera división de Chile en este 2020, con una nota de 7.33 según SofaScore, siendo el tercer mejor jugador de toda la liga.
Con 15 asistencias, Marcelo fue el mayor asistidor del pasado torneo chileno, generando también 24 grandes ocasiones y promediando 2.9 pases claves por cada partido disputado.
Cañete es un 10 que anda en libertad en toda la cancha creando juego, tal y como se muestra en el mapa de calor. Influye especialmente en campo rival, a las afueras del área, donde puede gestar las jugadas y aportar en materia defensiva.
Entre varios jugadores tiene la capacidad de aguantar la pelota con su cuerpo, y aprovechando su buena visión y buen pie, logra dar el pase y habilitar al compañero.
Empieza por una banda, recorta hacia adentro y no le huye al 1 contra 1, sino que enfrenta, deja a dos jugadores botados y filtra el pase en una jugada que no termina en gol por la definición del delantero.
En este caso, Cañete empieza por la banda izquierda. Tiene muchos jugadores contrarios en bloque en esa banda, aprovecha la subida de su compañero y lanza el pase al espacio para habilitar nuevamente al jugador que entra a la espalda de la defensa.
Consigue un pequeño espacio para ver y pensar, su compañero le marca el pase y con su buen pie y excelente visión lo habilita para una jugada que también termina en gol.
Marcelo Cañete es un jugador que crea muchas jugadas, pero a la hora de definir es algo que le costó en esta última temporada, a pesar de que solo registró 2 grandes ocasiones falladas. Anotó 4 tantos en 32 partidos, promediando un gol cada 664 minutos, un total de 0.1 goles por partido y 2.0 remates por cada 90 minutos jugados, por lo que en Universidad de Chile deben conocer dónde poner a trabajar al argentino.
La contraparte de estos datos es la influencia en la creación ofensiva. Cañete se involucra mucho en los juegos, dejando un promedio de 80.2 toques por partido y 2.9 pases claves. Fue muy influyente en materia ofensiva en esta última temporada con Cobresal.
Con dos jugadores contrarios encima, logra dejarlos atrás y, cuando está llegando el tercero, suelta el pase al espacio para iniciar la jugada con explosividad. Cañete logra clarificar el juego con presión y sin presión rival. Utiliza bien su cuerpo para cuidar el balón y buscar el espacio y momento exacto para soltar el pase.
Tiene un 76% de efectividad en pases completados por partido, con un total de 90% de pases en campo propio y 68% en campo rival, debido a siempre buscar el pase hacia el espacio y peligroso.
En esta jugada, a pesar de tener un pase claro a la banda, el jugador busca solucionar él solo la jugada buscando una mejor habilitación, y donde terminó él mismo consiguiendo una falta cerca del área rival. En jugadas que no generarían peligro tras una pérdida, Cañete siempre busca el pase más complicado y que más daño pueda hacer a la defensa rival. Aprovecha su fortaleza y su manejo de los tiempos para atacar y soltar el pase en el momento preciso.
Se puede concluir que Marcelo Cañete es un jugador que busca protagonismo en todos los partidos y lo consigue de manera efectiva. Siempre busca tener el balón en los pies, conducir y/o dar un buen pase para habilitar con claridad a los compañeros. Es un jugador inteligente que sabe cuándo soltar el pase; espera el momento adecuado para dejar a sus jugadores listos para definir frente al portero.
El argentino también tiene la capacidad de retroceder en la mitad de la cancha para ayudar en la salida o la elaboración desde cero en las jugadas. Como siempre: un jugador que quiere ser protagonista y ayudar en todos los sectores de la cancha.
Cañete es un jugador con buen pie y lectura del juego, además de ser habilidoso. Es el mejor 10 en la actualidad del fútbol chileno y ayudaría (dependiendo del planteamiento del equipo) ayudar de manera muy positiva en la Universidad de Chile. Es el tipo de jugador que necesitaban para crear juego y no esperar solamente la explosividad por las bandas y el balón el largo.
El ex Cobresal podría ayudar a “La U” a conseguir el campeonato chileno y una buena actuación en Copa Libertadores, siempre y cuando el planteamiento táctico favorezca a la creación de juego y sus compañeros sepan atacar los espacios. En el Estadio Nacional deben aprovechar a este jugador que toma la batuta en ofensiva e impulsa siempre a dejar cara a cara a los atacantes contra el portero, siempre buscando la espalda de los defensores rivales.