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Análisis sobre Chile: ¿volverá el bicampeón de América?

Tras caer en semifinales en la Copa América 2019, Chile cortaba la racha de dos títulos continentales consecutivos. Sin embargo, fue algo positivo para “la roja”, quienes desde el inicio no parecía un equipo que iba a trascender en la competencia, pero gracias a la experiencia y buena calidad de cada jugador de su selección, los dirigidos en ese entonces por Reinaldo Rueda pudieron quedar entre los mejores cuatro del continente.

¿Podrá Chile volver a dar el golpe en esta nueva edición del torneo más antiguo del mundo?

La selección bicampeona es conocida por su juego ofensivo y asociativo, con muchos pases en progresión y buscando defenderse con la pelota. Es un conjunto que tiene en su ADN atacar con muchos elementos dentro o cerca del área rival.

En el partido contra Bolivia, el primero dirigido por el nuevo director técnico uruguayo Martín Lasarte, Chile buscó siempre tener la pelota y atacar con muchos jugadores buscando los espacios en campo contrario con pases progresivos y las habituales triangulaciones por el centro del campo. Un 4-3-3 también normal en esta alineación, quedando Tomás Alarcón como 5 fijo, dejando más libres en ataque a César Pinares y Pablo Galdames.

La versatilidad y el despliegue que tienen en ataque los jugadores chilenos es una de las cosas que más espacio genera en el área rival. Meneses (extremo) entra como otro delantero cerca del punto penal, mientras que ambos interiores (Pinares y Galdames) se sueltan en ofensiva y terminan llegando al área rival.

Estas labores hechas en el partido amistoso muestra a lo que quiere jugar  el uruguayo Lasarte aprovechando las herramientas que tiene la roja, quienes deben aprovechar también las inclusiones de jugadores como Arturo Vidal y Alexis Sánchez, quienes aportan mayor ofensiva y creación de jugadas.

En el último partido por Eliminatorias contra Perú, nuevamente se nota el despliegue ofensivo de la roja. Vidal y Pinares como internos libres cerca del área rival, con los laterales llegando también a pisar el área (Beausejour) y Pinares (segundo interno) entrando al punto penal. Una vez más, gracias a la versatilidad y movimientos cuando van al ataque, la defensa rival deja espacios que son aprovechados. En este caso, un remate de larga distancia hecho por Vidal terminó en gol.

FASE DEFENSIVA

Uno de los puntos donde más ha sufrido la selección chilena en los últimos partidos es en su defensa.

La lentitud en los repliegues, especialmente por las bandas, provoca que la roja sufra mucho en las jugadas donde agarran al equipo en fase ofensiva, y es algo con lo que debe trabajar el conjunto de Lasarte y que se notó en el último partido contra Bolivia, pues ambos laterales no subían tanto al ataque, buscando no quedar tan desordenados en el fondo.

Erick Pulgar trabajando como 5 fue una de las cosas que más solidez defensiva le brindó a Chile en su última victoria por eliminatoria contra Perú. El mediocampista de la Fiorentina aprovecha su buen juego defensivo para ser un tercer central y darle salida a los laterales.

Siempre presente cercano a los centrales para brindar apoyo en salida y equilibrio en defensa. Además de esto, la seguridad de un jugador que acompañe a la última línea defensiva le brinda mayor seguridad también a los internos (en este partido Pinares, quien estaba más suelto como un 10, y Vidal), además de provocar también que los laterales suban. Posición vital para ese equilibrio defensivo que debe buscar Chile.

JUGADOR CLAVE

Uno de los jugadores claves, apartando la importancia de Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel y Claudio Bravo, la presencia en la línea defensiva de Paulo Díaz puede ser vital. El jugador de River Plate aporta mucho a la solidez defensiva, además de involucrarse mucho en el juego aportando en la salida.

Díaz promedia 2.2 intercepciones por partido, agregando 1.5 entradas exitosas. Apartando estos números, el chileno de 26 años promedia también 3.3 despejes por cada noventa minutos disputados, y 81% de duelos aéreos ganados. Solidez y confianza en la línea defensiva.

La selección de Chile puede que no sea tan letal y presenta un proyecto nuevo con jugadores jóvenes que deben tomar la batuta del equipo, pero su juego ofensivo seguirá desplegándose en campo contrario y puede llegar a hacer daño. El equipo de Lasarte debe buscar equilibrar todos sus partidos en defensa para poder llegar a las instancias decisivas y poder conseguir un nuevo campeonato.