El Real Madrid venció 3-1 al Liverpool en el partido de ida de los cuartos de final de la Champions League. Desde la pizarra Zinedine Zidane venció al equipo de Jurgen Klopp. ¿Qué deben hacer los ingleses para darle vuelta a la serie? La ausencia de los defensores rivales hace que el Liverpool siempre tenga dudas en esa última línea. Y en la jugada del primer gol se notó.
En esta secuencia, desde el inicio con el excelente pase de Kross habilitando a Vinicius, la jugada se ve marcada también por los fallos defensivos de la defensa inglesa. Dos cosas puntuales en esta jugada: las marcas. Trent Alexander-Arnold esperaba en un costado sin notar la presencia de Vinicius, mientras que Phillips, siguiendo a Benzema, hacen que el espacio esté libre para la velocidad del jugador brasileño.
No solamente el despiste en la marca fue lo que abrió las puertas en esta jugada, sino que al momento de cortar el balón Phillips (segunda imagen), no es efectivo, dándole continuidad a la jugada, mientras que el lateral derecho inglés nunca llegó a la cobertura para cerrar o tan siquiera dificultar la recepción de Vinicius en la jugada.
Los laterales en este Liverpool son fundamentales ayudando en las salidas y en ataque. Esta es la razón por la que siempre están adelantados dejando a una defensa con muchos huecos que el Real Madrid supo aprovechar.
Esta jugada muestra cómo Robertson sube hasta la media cancha para la presión alta, pero no regresa a marcar al jugador que salió a presionar. Esto ocasionó que Kabak, uno de los centrales jóvenes e inexperimentados, tuviera que dejar su posición para marcar al jugador que entraba solo.
En la segunda imagen se puede notar cómo Vinicius atacó el espacio que dejó Kabak a sus espaldas, y por más que Phillips intenta perseguirlo, la velocidad del brasileño hace que tenga un claro espacio para rematar. Robertson nunca bajó a defender la jugada.
Y si bien es cierto que los laterales apoyan mucho al juego ofensivo de este equipo, ahí es donde Zinedine Zidane programó al Real Madrid para bloquear las salidas explosivas y limpias desde abajo, especialmente marcando a Trent Alexander-Arnold.
La salida del joven lateral derecho inglés siempre estuvo bien referenciada por la defensa rival, y ningún compañero ayudó atrayendo la marca. Apenas recibía Trent, algún jugador del Real Madrid saltaba a la marca para evitar que saliera con espacios para pensar o desplegar su velocidad.
Otra de esos puntos importantes fue la ausencia de Firminho en este partido. Diogo Jota ha dejado buenas impresiones desde que llegó al Liverpool, pero el equipo inglés necesita de un delantero que abra los espacios y baje para ayudar en la salida de la pelota, y así arrastrar marcas que le permitan a los extremos capitalizar los espacios. El juego del conjunto de Klopp de explosividad y ocupación de los espacios.
La ausencia de Alcántara para habilitar a sus compañeros desde el inicio también fue clave, con un Keita que aportó poco en los minutos que jugó.
La clave en el Liverpool es no permitir que el Real Madrid pueda desplegar la velocidad en sus ataques, especialmente cuando los laterales están adelantados debido a que los centrales, además de inexperimentados, son lentos en los retrocesos y es donde el equipo español hizo más daño en la ida.
Los de Klopp tienen que buscar la victoria, y eso provocará más espacios en defensa, por lo cual las líneas del medio campo con los dos centrales deben estar en espacios reducidos para poder dar apoyo ante los posibles contraataques.
Por otro lado, el Liverpool necesita de un jugador como Firminho que pueda abrirle los espacios, además de que los laterales se sientan confiados de subir al ataque. El delantero brasileño puede bajar y atraer las marcas necesarias para que, tanto Robertson como Alexander-Arnold, puedan quedar libres y explotar las bandas con velocidad, pero cuidando mucho la defensa con los apoyos de Wijnaldum y Fabinho.
Si hay un equipo que puede darle la vuelta a esta serie, es el Liverpool de Jurgen Klopp en Anfield. Sin embargo, tienen a un Real Madrid al frente que viene con buena forma y que pueden capitalizar los errores en la defensa. Orden en la última línea, en los repliegues y poder atacar bien con los laterales, son las claves en este partido para los ingleses.