El Chelsea se ha convertido en una de las defensas más férreas desde la llegada de Tuchel, basándose en el sistema implementado por el director técnico alemán, donde la defensa de tres centrales con los dos carrileros le da una firmeza con la tenencia de balón, jugadas de ataque y también la buena rotación en defensa.
Apartando el último partido contra el West Bromwich Almbion, donde encajaron hasta cinco goles y teniendo un jugador menos, el Chelsea ha mostrado un nivel de solidez defensiva que llama la atención en toda Europa. ¿Cómo podría el Porto vencer la línea defensiva?
Así fue el último parado del Chelsea en Champions League, recibiendo al Atlético de Madrid, un equipo conocido también por su buena defensa y cerrar los espacios. ¿Qué hicieron los del “Cholo” Simeone? Apostar a esa misma defensa pero sin presionar tanto las salidas de los “Blues”.
El Atlético planteó un partido defensivo, especialmente en la ida, cuando en la última línea llegaron a tener hasta 6 jugadores incorporados, cerrando cualquier intento de ataque del Chelsea.
Se toma como ejemplo este partido contra el Atlético por la competición europea, y porque tiene un planteamiento defensivo similar al del Porto, ya que ambos son equipos compactos que juegan con sus líneas siempre juntas en todos los sectores del terreno. El equipo portugués también planteó el partido contra la Juventus de esa manera.
Todos los jugadores del equipo español estaban en propia área, en parte por decisión propia pero también por el dominio que mostraba con el balón el equipo londinense, además de poner en práctica las rotaciones en delantera, donde los carrileros (especialmente Marcos Alonso, en este partido) buscaban terminar en área rival, ocupando los espacios dejados por Werner y/o Giroud. La falta de ideas en campo contrario pudo frenar el avance en ofensiva, principalmente cuando el Chelsea lograba anular los contraataques.
El Porto contra la Juventus de Cristiano Ronaldo, hizo algo similar a lo que quiso plantear el Atlético: esperar al rival y salir en contraataque buscando el gol, pero presionando en ocasiones puntuales las salidas del equipo italiano. ¿Cuál fue la diferencia? Separando las habilidades de ambos equipos rivales.
Como se ve en la imagen, tres jugadores del Porto tenían rodeado a Bentancur, quien se mete en el medio de los dos centrales (Chiellini y De Ligt) para poder dar una salida clara, mientras que un cuarto jugador de los dragones (en amarillo) tapa un posible pase que derive a Danilo. No solo marcaje uno contra uno, sino también tapando las líneas de pases.
Algo similar fue lo que hizo el Sheffield United en un partido disputado por la FA Cup. Los dirigidos ahora por Paul Heckingbottom quisieron hacerle frente al Chelsea presionándolos en campo rival, principalmente en la salida. Además de eso, bloquearon cualquier intento de jugar por el medio con el doble pivote, el cual rota entre Kanté, Jorginho y Kovacic (ese día Billy Gilmour tomó el lugar del italo-brasileño).
Y no solo fue en campo contrario, sino en todos los sectores de la cancha. El Sheffield aprovechó la buena disposición de cada una de las líneas para apretar a los jugadores del conjunto londinense y así evitar que su juego de posesión o dominio con la pelota fuese progresivo.
Presión alta y el doble pivote (Gilmour y Kovacic) bien referenciados y rodeados por el equipo rival. Apenas tocaban el balón, los jugadores del Sheffield saltaban a la presión tratando de anular ese toque progresivo del equipo comandado por Thomas Tuchel. ¿Pero el Chelsea puede salir de esta presión? Absolutamente.
El equipo blue suele abrir la cancha en estas situaciones, o aprovecha cuando el delantero sale de su posición para ayudar en la salida, con jugadores como Werner y Giroud que suelen recibir los balones de buena manera, y distribuir para saltear la presión rival. Es por eso que la misión del Porto no debe ser solo presionar para tapar los espacios, sino para robar el balón y agarrar a una defensa en salida que le ayude a conseguir los ataques en espacios.
En este lapso del partido, el Porto (ya con el marcador a su favor), no presionaba tan arriba con el 4-4-2, sino que esperaban al rival pero no cerca del área, sino en 25 metros cercanos a la media cancha, tapando las líneas y teniendo bien referenciados a los mediocampistas y con todos los bloques unidos.
El Porto debe aplicar este tipo de acciones en todos los sectores de la cancha, justo como lo hizo contra la Juventus. En todo el campo, los jugadores de los dragones encerraban a los que tenían la posibilidad de dar pases progresivos en el equipo contrario. Hicieron lo que tanto menciono “provocar el error y no esperarlo”. Y a pesar de que en ocasiones buscaban el error en su propio campo, de igual manera podrían salir al contraataque con mucha explosividad. Aprovechando la displicencia de una Juventus que no tuvo tampoco su mejor versión, y concretando las acciones que tuvieron.
Pero, ¿la defensa del Chelsea no es férrea? Ahí estará también la clave: cómo vencer la defensa una vez con el balón.
Una vez que el equipo de Tuchel logra pasar la media cancha para defender su arco, se vuelve un equipo fuerte gracias a lo ya mencionado: la solidez de todas sus líneas y que todos contribuyen en la defensa, además de la rotación de la línea de tres centrales con los carrileros. Es un equipo que se hace sólido en las transiciones y por eso se hace tan duro y sus arcos permanecen por muchos partidos en cero.
¿Cómo hacen para frenar las transiciones del equipo contrario, aun cuando todo el equipo puede llegar a estar en facetas ofensivas? El hecho de que las líneas estén adelantadas, permite que el Chelsea busque siempre neutralizar al rival una vez en la salida, presionando tras la pérdida de balón. Los dos centrales que van por los costados, se unen a la línea de mediocampistas cuando todos los bloques están adelantados, haciendo que los por costados se dificulte una salida con rapidez, además de reclinar todo hacia un sector de la cancha, intentando que el otro equipo no logre cambiar de orientación hacia la otra banda, incluyendo también el hecho de que encierran al jugador que tenga el balón para no permitirle jugar una vez que se pierde la pelota.
El retroceso de los carrileros y todas las líneas es fundamental. Una vez que pasan la línea de presión, los carrileros descienden con claridad, rapidez y solidez para poder generar volumen en defensiva y no permitir tantas libertades en su propia área.
Una de las cosas que tiene que buscar el Porto es poder aplicar su juego de presión con todas las líneas y aprovechar la unidad de los bloques en todas las facetas. El Porto no debería dejar saliendo jugando al Chelsea con libertad, debido a que es un equipo que conseguirá los espacios.
Además de no permitirles una salida clara, el presionar al Chelsea en campo rival permitirá que desplieguen la idea de forzar el error y encontrar los huecos en una defensa que está abierta en la salida y que no cuenta con tanto volumen en esos momentos del juego. Una vez que el Chelsea logre la salida, el Porto tendrá pocas oportunidades de anotar o generar peligro en una jugada de contraataque, porque ahí es cuando el despliegue defensivo de los “Blues” logra que todas sus líneas se unan con rapidez, y los espacios se hacen reducidos para entrar al arco. El Porto es, en el papel, el equipo más débil de esta llave, pero viene de eliminar de buena manera a la Juventus, y puede hacer daño si hace un juego correcto. La clave estará en forzar el error en salida del equipo inglés y poder abrir esas líneas en la defensa que le permitan generar jugadas de peligro. Provocar los errores en el equipo contrario y aprovecharlos debe ser la premisa de este equipo, que sabe cómo presionar e incomodar a los rivales, mostrándolo incluso en esta Champions League.