Desde la llegada del técnico alemán Thomas Tuchel, el Chelsea ha encontrado una solidez defensiva que había perdido en sus últimos partidos. ¿Qué acomodó joven y experimentado técnico?
El ex director técnico del Paris Saint-Germain llegó a Londres tras la salida de Frank Lampard, quien solía jugador con un sistema 4-3-3. Desde su llegada, justo en el primer partido contra el Wolverhampton, Tuchel aplicó una defensa de tres centrales y dos carrileros, buscando mayor solidez en la última línea.
Lo que llamó la atención en este partido específicamente, y que luego sería una normalidad en “los blues”, fue la titularidad de jugadores que la habían perdido, tales como César Azpilicueta, Antonio Rudiger y Jorginho, al igual que Marcos Alonso. Sin embargo, a pesar de lo mucho que llamó la atención estos movimientos, le funcionó al ex Borussia Dortmund.
En el primer partido de Tuchel, la línea de tres muy marcada, con Rudiger y Azpilicueta siempre en los costados. Thiago Silva buscando la salida del equipo por el medio, con Kovacic y Jorginho delante de ellos libres, intentando gestar juego desde el centro de la cancha.
Y desde ese partido contra el Wolverhampton, el Chelsea parecía tener claro lo que buscaba: presionar y forzar siempre el error. En esta jugada, cuatro jugadores londinenses encerrando a tres jugadores del “Wolves”. Es una tónica que se vio desde el primer momento con Tuchel, aprovechando el repliegue hacia una banda de Jorginho, con Hudson-Odoi de carrilero y Azpilicueta dejando la línea de tres para presionar arriba. Lo mismo haría el alemán Rudiger en el otro costado. Presión alta, eficaz y con volumen.
Recuperan balón tras la presión alta e inmediatamente empiezan con la creación de juego rápida, con uno o dos toques. Azpilicueta queda a un costado en la misma línea de Jorginho, quien se apoya en Kovacic, siento este el hombre más retrasado en el medio campo evitando cualquier contraataque ante una pérdida de balón.
Nuevamente la superioridad numérica y la marca asfixiante en defensa para provocar el error en el equipo contrario.
Chilwell se une a la línea de tres centrales al igual que Hudson-Odoi por el otro costado. Azpilicueta, Rudiger y Thiago Silva en el área tapando todos los espacios. Kovacic se une a la defensa para apoyar en la misma, mientras que Jorginho y Havertz flotan cerca esperando cualquier balón para iniciar la salida rápida.
Hoy en día el Chelsea es el segundo equipo con menos goles encajados en la Premier League de Inglaterra, por detrás del Manchester City. Hasta antes del partido contra el Atlético de Madrid por Champions League, el conjunto de Thomas Tuchel solo había recibido 14 tiros a puerta en siete partidos jugados, además de haber encajado dos goles, siendo uno de ellos autogol (Rudiger). Ya la solidez defensiva se estaba demostrando, con una línea que incluía a Marcos Alonso, un jugador que funciona de manera correcta y efectiva en ataque con este sistema, debido a que posee mejor llegada al área y con un remate más dañino, en comparación con Ben Chilwell, quien ofrece mejor despliegue defensivo.
Así salió el equipo de Tuchel contra el “Atleti”. Con Marcos Alonso por Chilwell, pero sin cambiar nada en este sistema de juego 3-4-2-1.
La diferencia en este partido fue el planteamiento y la disposición del equipo dirigido por el alemán. El Chelsea salió a atacar durante todo el partido, especialmente los primeros 60 minutos hasta que consiguieron el gol, sabiendo también que el Atlético de Madrid es un equipo que sabe cómo defenderse y lo hace de una buena manera. ¿Cuáles fueron las claves defensivas del equipo londinense? Nuevamente la presión alta y tapar las salidas del rival.
Apenas perdía el balón, el equipo de Tuchel presionaba fuertemente la salida del Atlético, buscando evitar lo que mejor hace el conjunto español: atacar de manera directa y contragolpear. Esto lo hicieron durante todo el partido los blues.
En esta jugada, los 10 jugadores del Chelsea en campo rival en un espacio aproximado de 35 metros, comprimidos en ese sector de la cancha, cerrando la salida del rival y reclinados sobre un costado, evitando de cualquier manera el cambio hacia la otra banda y haciéndolo de manera efectiva. Una vez más la presión asfixiante y provocando el error.
Ya en propio campo, de igual manera la presión asfixiante con las líneas juntas sigue funcionando. Todos los bloques pegados, con los carrileros acompañando la defensa de tres centrales. Mount y Werner replegándose hasta la zona del balón para apoyar en recuperación.
Otra vez los 10 jugadores en un lado de la cancha. Presión constante, las líneas unidas y buscando tapar todas las opciones de pase: recuperación del balón rápidamente, en este caso gracias a una intercepción de Mason Mount. Explota la salida de Werner y Giroud se ofrece en el medio de la cancha. No solo es presión constante, sino también salida explosiva y con peligro.
Por momentos, el Atlético de Madrid se obligaba a replegarse con 6 hombres en la línea central, con Llorente, Lemar y Correa uniéndose a los centrales. Por delante quedaban Koke, Saúl y Joao Félix, mientras que como punta quedaba Luis Suárez, bien referenciado por Christensen, quien gracias a la lesión de Thiago Silva ha mostrado su buena cara como líder de la defensa.
Este despliegue defensivo hacía que el Chelsea pudiese quedar descubierto en defensa, sin embargo las subidas en apoyo tanto en ofensiva como en presión defensiva de Rudiger y Azpilicueta dieron sus efectos, acompañando a Jorginho en la media cancha, quedando Christensen como último defensor y Kovacic suelto para generar más volumen en ofensiva y destapar las líneas del equipo español.
Al momento de perder el balón, las líneas se contraían y presionaban en campo rival con inmediatez para obligar al error, lo que tanto se ha mencionado en este análisis. De nuevo: es la clave en la defensa del Chelsea. Si un equipo lograr saltar esa presión, podría generar el peligro necesario, pero hasta el día de hoy la presión en bloque y hacia un punto en específico de la cancha le ha servido mucho al equipo de Tuchel.
En estos equipos las labores de los centrales que van por los costados es vital para el funcionamiento. Si bien es cierto que el despliegue en ataque y retroceso en defensa de los carrirelos también es una de las claves, en este sistema de Tuchel, el español Azpilicueta y el alemán Rudiger han sido piezas inamovibles de la defensa.
Ambos jugadores aportan con salida además de tener un buen pie. Dichos defensores pueden salir jugando con claridad en el equipo. Pero, uno de los puntos importantes que más resaltan, es que van bien en el uno contra uno y tienen una velocidad en defensa que permite regresar a la ya mencionada línea defensiva con rapidez. Son jugadores que pueden sumarse al ataque y, además de generar volumen en campo contrario, también ser influyentes tanto con centros (Azpilicueta) como cambios de banda (Rudiger).
La mejor defensa del Chelsea ha sido la presión en campo contrario y tratar de no dejar salir al rival de una manera cómoda, obligando a que el equipo contrario cometa un error o despeje el balón para tomar de nuevo la posesión. Sin embargo, en equipos que le ganan la batalla en la lucha por el balón, Thomas Tuchel se apoya en el descenso de los carrileros, quienes regresan siempre de manera rápida para apoyar a los centrales en defensa, bien sea dentro del área o en sus alrededores. Además de eso, el apoyo de los mediocampistas (Kovacic, Jorginho, Kanté), hace que el repliegue de este equipo sea más efectivo.
Otra clave es la presión en bloque y la subida de los centrales que van por los costados (en este caso Rudiger y Azpilicueta). Estos jugadores saben cuándo presionar en área rival, sobre todo en ocasiones de pérdida de balón para poder evitar contraataques, haciendo mención especial en el partido contra el Atlético de Madrid.
Thomas Tuchel encontró un sistema de juego que le ha dado al equipo de Londres una solidez defensiva que tenían varios partidos ausente. La línea de tres centrales con los carrileros cumplidores, hace que el equipo tenga una defensa férrea y difícil de penetrar, acompañado también de la buena labor del portero senegalés Edouard Mendy, quien también ha mostrado una buena cara en el conjunto blue con 17 arcos en cero desde que llegó al equipo.
¿Será esta la manera en que el Chelsea pueda volver a luchar por una liga y llegar a ser más protagonista en Champions League? La buena defensa se ve con buenos ojos en Stamford Bridge, y sin duda es un añadido en un equipo que tiene tanto poderío ofensivo. Solo el tiempo lo dirá y dicho sistema lleva solo 10 partidos, pero hoy por hoy el Chelsea de Thomas Tuchel es uno de los equipos con la defensa más efectiva y sólida de toda Europa.