En una final de clubes ingleses disputada en el Wanda Metropolitano, el conjunto de Anfield derrotó 2-0 al Tottenham y se consagró campeón de la tan anhelada orejona.
El marcador se abrió en el inicio del encuentro, Sissoko cometió una mano infantil en el área y Mohamed Salah transformó el penal en gol en apenas un minuto y 48 segundos de partido. Este es el segundo gol más rápido en las finales de Champions League.
Origi sentenciaría el marcador al 87, el belga recibió un rebote tras un córner y mandó un disparo cruzado al fondo de la valla defendida por Lloris.
Con esta victoria, el Liverpool consiguió la sexta Copa de Europa de su historia. Merecido título para los de Klopp, que avanzaron a la final luego de remontarle un partido con 4 goles al FC Barcelona.