El FC Unión Berlín es un club que tiene una fuerte historia de amor entre los hinchas y la institución. El club nació en 1906 y se refundó en 1966, tenía una participación discreta año tras año en la Oberliga del Este, liga creada por la República Democrática Alemana, pero cuando cayó el muro de Berlín, tuvieron que incorporarse a la liga de Alemania con los equipos del oeste.
El impacto económico para los equipos del este fue altísimo y el club de la capital alemana estuvo al borde de la quiebra en múltiples ocasiones. En 2004, debían una suma de 1.5 millones de euros y el presidente no podía cubrir la deuda que acarreaba su club, pero los hinchas, fieles a su equipo, iniciaron una campaña de donación de sangre para recaudar fondos y pagar la deuda… ¡y lo lograron!
En el año 2008 se presentaría otra situación adversa, el Alten Försterei, estadio del club, debía ser remodelado para poder renovar los permisos y seguir albergando eventos deportivos, y en vista de las carencias, 2.400 aficionados decidieron invertir más de 140.000 horas de trabajo para remodelarlo ellos mismos. Luego el club decidió vender la propiedad a la familia del club, los hinchas. Repartió 10.000 acciones a 500 euros cada una y solo se podía comprar un máximo de 10 por persona. Se vendieron en menos de un mes.
Todo sacrificio tiene su recompensa, y ayer el club del pueblo consiguió el pase por primera vez en su historia a la Bundesliga, empató sin goles en el partido de vuelta con el Stuttgart, pero los goles de visitante en el 2-2 de la ida bastaron para conseguir el logro. Un logro que se vio materializado gracias a los esfuerzos de los hinchas a lo largo de los años, aficionados que hicieron del club una familia, familia por la que dieron literalmente hasta la sangre para no dejarla morir.
