El futbolista inglés Trent Alexander-Arnold, despistó a toda la defensa del FC Barcelona en un tiro de esquina y dejó una jugada que quedará marcada en la historia de la afición del Liverpool.
El lateral se avivó y realizó una jugada de colegio, mientras la defensa culé esperaba un centro, aprovechó el despiste y asistió de forma insólita a Origi en el cuarto y último gol del Liverpool para conseguir la clasificación a la final de la Champions League por segundo año consecutivo.
«Vi el espacio, lo vi solo (a Origi) y saqué lo más rápido que pudo terminar en gol. Fue algo del momento», dijo a Fox Sports al finalizar el partido.