Mohamed Salah sufrió un fuerte golpe al minuto 73 en el partido frente al Newcastle, y tuvo que abandonar el campo de juego en camilla y con lágrimas en los ojos.
El delantero, que marcó el segundo gol del partido en la victoria del Liverpool 3-2 frente al Newcastle, tuvo un brutal golpe en el área con Dúbravka, guardameta rival, y quedó tendido en el suelo sin moverse por varios minutos hasta que recibió asistencia médica.
Aún no se sabe la gravedad de su lesión y estaría peligrando su participación en el partido de vuelta de las semifinales de Champions League en Anfield frente al FC Barcelona.